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En México, trabajadores buscan ingresos adicionales a su empleo

Segundo empleo.

En los últimos dos años, la necesidad de contar con fuentes adicionales de ingreso ha crecido significativamente entre las y los trabajadores mexicanos, principalmente por el aumento en los precios de bienes y servicios; así como por una creciente insatisfacción laboral.

Estos factores han impactado directamente el poder adquisitivo y la calidad de vida de la población.

Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el último bimestre de 2024, la población subocupada en México alcanzó los 5.3 millones de personas, lo que equivale a una tasa del 8.9%, representando un incremento de 1.3 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo de 2022.

Aunque dicha cifra se mantiene por debajo del pico registrado en 2020, cuando la subocupación se elevó a 15.8% a causa de la pandemia de COVID-19. 

Ingresos complementarios

La búsqueda de ingresos complementarios se ha convertido en una estrategia común entre los trabajadores para hacer frente a los retos económicos actuales.

El estudio Panorama Laboral Pluxee 2025 se reveló que:

  • El 33.2% de trabajadores cuenta con un segundo empleo asalariado.

  • El 28.9% obtiene ingresos adicionales mediante la prestación de servicios.

  • El 26% genera ingresos a través de la venta de productos.

  • El 10.4% lo hace mediante un negocio familiar.

  • El 1.9% trabaja eventualmente por proyecto.

A pesar de la diversificación de ingresos, el salario sigue siendo la principal fuente para el 91% de los trabajadores, seguido por vales de despensa (11.3%) y comisiones (5.4%); así como bonos, propinas y honorarios representan un porcentaje menor.

Expertos advierten que este fenómeno, aunque beneficioso económicamente, puede tener consecuencias importantes en la salud física y emocional de los trabajadores.

Manuela Arango, directora de Marketing en Pluxee México, advirtió que quienes tienen múltiples fuentes de ingreso corren mayor riesgo de padecer agotamiento y estrés laboral, especialmente si no se respetan los tiempos de descanso o no se logra un equilibrio entre la vida personal y profesional.

“Sin duda, puede haber un incremento en sus ingresos; sin embargo, si se exceden en el tiempo que laboran y no hay descanso o equilibrio entre la vida personal y laboral, esto afectará su salud, así como sus relaciones familiares y laborales”, señaló Arango.

El crecimiento de este fenómeno pone en evidencia la necesidad de que los empleadores implementen mejores condiciones laborales y atiendan las necesidades de este segmento de la población, que se encuentra en mayor riesgo de desarrollar estrés crónico, burnout u otras enfermedades asociadas al trabajo.

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