En México, solo el 63% de la población adulta cuenta con algún tipo de ahorro, y de ese porcentaje, únicamente el 3% lo destina específicamente a su retiro, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2024 (ENIF).
Dicho dato evidencia una preocupante falta de cultura de previsión para la vejez, lo que pone en riesgo el bienestar económico de millones de personas en el futuro.
La situación se agrava al considerar que solo el 36% de la población podría hacer frente a una emergencia económica con sus propios recursos, y entre los jóvenes de 18 a 29 años, este porcentaje disminuye a apenas el 27%; lo que urge a fomentar el ahorro no solo para imprevistos, sino también para un retiro digno y sin sobresaltos financieros.
Contar con una Afore (Administradora de Fondos para el Retiro) es un paso fundamental, pero no suficiente, ya que para alcanzar un retiro más cómodo, la clave es realizar aportaciones voluntarias que ayuden a enfrentar el impacto de la inflación y a cubrir todos los gastos que se presenten en la etapa de jubilación.
Complementar la Afore con un Plan Personal de Retiro (PPR) es una estrategia eficaz para fortalecer el ahorro a largo plazo.
Los PPR ofrecen diversas ventajas: están diseñados para generar rendimientos con el tiempo y se adaptan a las necesidades y capacidades de ahorro de cada persona. Además, si se contratan con aseguradoras, incluyen beneficios fiscales y protección financiera en caso de fallecimiento o invalidez del titular.
Tipos de Seguros en los PPR
Renata Rodríguez, gerente de Oferta Vida Individual en AXA México, explicó que hay dos tipos de seguros en los PPR: los de ahorro garantizado y los que integran un componente de inversión; estos últimos, aunque conllevan más riesgo, también pueden generar mayores rendimientos.
Sin embargo, ambos esquemas permiten deducciones fiscales, y el ahorro final puede estar exento de impuestos hasta por 90 UMAS anualizadas (aproximadamente 3.7 millones de pesos en 2025).
Rodríguez también subrayó que no es necesario iniciar con grandes sumas. “Una persona de 30 años puede empezar a ahorrar desde unos 53 pesos al día”, comentó; incluso recomendó diversificar el ahorro si el presupuesto lo permite, para maximizar los beneficios fiscales y el monto acumulado al final del periodo de ahorro.
En un entorno donde las pensiones tradicionales tienden a ser insuficientes, el ahorro individual cobra mayor relevancia, por ello, ahorrar e invertir desde hoy en instrumentos como las Afores y los PPR puede marcar la diferencia entre una vejez con limitaciones o una con mayor accesibilidad, estabilidad y tranquilidad financiera.