Ciudad de México, 29 de diciembre 2025.- Si uno de tus objetivos es tener mayor estabilidad económica debes aplicar el concepto de flexibilidad financiera y aquí te decimos qué es y cómo hacerlo.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024, el 76.5% de la población mexicana de entre 18 y 70 años cuenta con al menos un producto financiero formal; sin embargo, sólo 42.2% tiene una cuenta Afore activa.
Esto refleja que, aunque el acceso a servicios financieros ha mejorado de manera general, persiste el desafío de fortalecer los hábitos de ahorro y la educación financiera para enfrentar eventualidades sin comprometer el futuro económico.
En otras palabras, la flexibilidad financiera es la capacidad de responder ante emergencias, como gastos médicos, pérdida de ingresos o reparaciones urgentes, sin recurrir a endeudamiento excesivo ni poner en riesgo tus metas a largo plazo.
Se construye a través de hábitos como el ahorro constante, la diversificación de ingresos y una planificación adecuada.
“La flexibilidad financiera no es sólo ahorrar tu dinero, sino contar con opciones para enfrentar cualquier situación sin comprometer tu futuro. Es decir, no depende únicamente del nivel de ingresos, sino de la forma en que manejas los imprevistos. Tener un fondo de emergencia es una forma de autocuidado financiero, con el fin de brindar seguridad a las personas conforme pasan los años y hasta que lleguen a su vejez”, dijo Adolfo Arditti, director Ejecutivo de Experiencia al Cliente, Canales y Servicio en Afore SURA.
Afore SURA nos comparte tres consejos clave para lograr una flexibilidad financiera saludable que te acompañe en cada etapa de tu vida.
Consejos clave para alcanzar flexibilidad financiera:
- Convierte el ahorro en un hábito. Separar regularmente un pequeño porcentaje de tus ingresos para ahorrar, ya sea mes con mes o año con año, fortalecerá tu disciplina financiera y te ayudará a desarrollar un hábito constante, lo que a la larga se traducirá en mayor estabilidad y seguridad económica.
- Reordena tus prioridades. Para ello, identifica tus gastos importantes y cómo cubrirlos con tus ingresos, mes con mes, te ayudará a organizar tu presupuesto según tus necesidades.
Además, una vez cubierto lo básico, te será más fácil destinar ciertas cantidades a metas específicas, como tu retiro.
- Anticípate ante los imprevistos. Domiciliar tu ahorro voluntario permite crear un fondo de emergencia que cubra gastos inesperados sin comprometer tus ahorros para el retiro ni recurrir a créditos difíciles de pagar.
Así, mejora tu bienestar general y conservas libertad al tomar decisiones.
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