El 48% de los seguros de vida pagados el año pasado correspondían a mujeres.
Durante 2018 la principal causa de muerte de las personas con un seguro de vida fueron las enfermedades circulatorias, que representaron el 22%; seguidas de tumores, con el 15.5%; las afectaciones en el metabolismo y nutrición, con el 8.09%; las del aparato respiratorio 7.48%, y por accidentes, violencia y envenenamiento, el 6.16 por ciento, informó la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
En total las compañías de seguros pagaron 132 millones de pesos por pólizas de vida de 43 mil 617 personas; de las cuales, 21 mil 344 casos, es decir, 48 por ciento, eran pertenecientes a mujeres.
“Es muy relevante comentar que esta cifra indica que hoy día el sexo femenino está tomando mayor conciencia sobre la importancia del seguro como herramienta de protección financiera para las familias en las que ellas son las proveedoras de ingresos”, comentó Recaredo Arias, director general de AMIS.
La asociación de aseguradoras también apunta que en México, solo 15.8% de la Población Económicamente Activa (PEA) tiene un seguro de vida, lo que aumenta el riesgo de las familias cuando fallece el proveedor principal, pues tardan de tres a cuatro años en estabilizar su economía.
“En el último año, el monto promedio que las aseguradoras pagaron por fallecimiento, por pólizas contratadas por mujeres fue de 284 mil pesos”, comentó Recaredo Arias, quien también es presidente de la Global Federation of Insurance Associations (GFIA).
El seguro de vida es un instrumento que protege económicamente el desarrollo de los seres queridos en caso de que el o la jefa del hogar llegue faltar y por esto, la AMIS ofrece algunas recomendaciones:
· Avisar a los familiares más cercanos que se tiene un seguro de vida a fin de que puedan tramitarlo de manera oportuna.
· Realizar una consulta a través de la Condusef para saber si el familiar contaba con un seguro de vida.
· Hacer un balance de las necesidades de cada persona, como edad, ingresos, ocupación, actividades de riesgo y etapa familiar (si hay hijos o no, o padres que sean dependientes económicos).
· Consultar a un asesor profesional de seguros para que elabore una propuesta que se ajuste a sus necesidades de protección y capacidad de pago.
· Solicitar la oferta de varias compañías para elegir la mejor opción de cobertura y precio.
· A fin de agilizar la entrega de la protección del seguro, se sugiere incluir a los tutores o albaceas de los menores de edad.