Ciudad de México, marzo 2022. Durante los últimos años, en las grandes urbes de México se ha popularizado el fenómeno Ikigai Financiero, conocido comúnmente como gastos conscientes, tendencia que va al alza debido a su enfoque a alienar el consumo de una persona con lo que realmente quiere y necesita en la vida.
Este enfoque comenzó en Japón, y rápidamente se implementó en los hogares de economías desarrolladas de Europa y Norteamérica.
Liliana Silva, especialista de finanzas personales de la Fintech Cash Cash Préstamos, explicó que, derivado de las altas de desempleo, recesión y mayor racionalización de gastos en los hogares, la nueva mentalidad de consumo trata de impulsar la sustentabilidad, ahorro y promoción de la economía circular. Más aún, “desalienta el consumismo exacerbado y el desperdicio e impone reflexionar el qué comprar, por qué y para qué”, aclaró.
Aseguró también que, en general, el Consumo Racional se trata de un movimiento que modificará grandes industrias como el empaque y los plásticos, porque “las envolturas de todos los bienes tienden ya a reducirse de forma significativa y se tiene una mayor consciencia del impacto de nuestras acciones al medio ambiente. Asimismo, también afectarán a la industria de bebidas y alimentos.
“No sólo es una cuestión de salud y mejor aprovechamiento, sino también de reducción del presupuesto destinado a alimentos y bebidas. Existen evidencias de que se privilegiarán más los comestibles naturales respecto a presentaciones enlatadas y comida congelada y rápida”, refiere Silva.
En la actualidad, el concientizarnos de los gastos es una práctica que no se limita a enlistar las compras del supermercado, “es inferir qué queremos adquirir y qué connotaciones tiene el comprar una determinada prenda de vestir, por ejemplo. El simple hecho de cuestionarnos si realmente la usaremos limita en gran medida la rotación de esa mercancía”, mencionó la experta en finanzas personales.
El análisis de un presupuesto determina en gran medida qué es importante para las personas. “La lista de las prioridades de gastos pueden develar, en gran medida, si priorizamos salud sobre diversión, por ejemplo, o si nos sobre limitamos en gastos superfluos sobre atención a la casa o familia”, expuso Liliana Silva.
Como consecuencia de esta “nueva austeridad”, se devela una fuerte inclinación a experiencias sobre bienes. “En todos los sectores económicos se privilegian compras de cursos de capacitación y estudios diversos sobre joyería; también detectamos un auge de gastos de anidación sobre diversiones fuera de casa. Es decir, crecen las contrataciones de Netflix y otras plataformas de cine en casa mientras disminuyen los montos en tikets de bares o espectáculos”, finalizó la vocera de la Fintech Cash Cash.