Si al igual que yo eres un apasionado de los “Ternurines”, esas adorables criaturas que nos llenan de ternura con sus ojitos grandes y pelaje suave, pero te haz dado cuenta que agregar algunos más a tu colección ya está afectando tus finanzas, es momento de actuar. Como cualquier coleccionista, tienes que aprender a diferenciar entre las necesidades y deseos.
¿Recuerdan la historia de la chica que compró un ternurin de 30 cm, usado, por 7,500 pesos con la excusa de que era edición especial? ¡Un caso extremo! Es cierto que algunas piezas pueden tener un valor especial por su rareza o historia, pero no vale la pena endeudarse o sacrificar necesidades básicas por un objeto material, sobre todo si tomamos en cuenta que una pieza en un bazar puede llegar a costar lo equivalente a ocho horas de trabajo con un salario mínimo.
¿Cómo diferenciar entre necesidades y deseos?
Necesidades: Son aquello que es indispensable para vivir, como comida, vivienda, ropa, salud y educación. Son gastos que no podemos evitar.
Deseos: Son cosas que nos gustaría tener, pero que no son esenciales para nuestra supervivencia. Son gastos que podemos elegir hacer o no, dependiendo de nuestro presupuesto.
Para controlar tus gastos siendo coleccionista:
• Define un presupuesto: Decide cuánto dinero puedes destinar cada mes a tu colección.
• Prioriza tus compras: No te dejes llevar por las últimas novedades. Elige piezas que realmente te gusten y que se ajusten a tu presupuesto.
• Aprovecha las ofertas: Busca descuentos, promociones y ventas de segunda mano.
• Intercambia o vende piezas: Si tienes “Ternurines” que ya no te gustan o que no usas, puedes intercambiarlos con otros coleccionistas o venderlos para obtener dinero extra.
• Disfruta de tu colección: No te conviertas en un esclavo de tu colección y recuerda que lo importante es disfrutar de tu tranquilidad financiera antes de seguir siendo coleccionista.
Con un presupuesto bien elaborado nada es imposible, ya que te ayudará a diferenciar entre tus necesidades y deseos, a controlar mejor tus gastos para disfrutar de cualquier pasatiempo o colección que decidas formar sin poner en riesgo tu economía.