México se encuentra en una zona geográfica que lo hace ser un país altamente expuesto a fenómenos naturales, por lo que cada año es importante prepararse para el impacto de los ciclones, que al ser fenómenos altamente pronosticables se pueden generar medidas de prevención para salvaguardar su vida, y si es posible, su patrimonio, informó la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
México es uno de los 10 países con mayor riesgo catastrófico por fenómenos naturales, según la Organización de las Naciones Unidas, debido a que, 45% del territorio está expuesto a inundaciones y 40% está clasificado como zona sísmica, lo anterior podría afectar a cerca de 77 millones de personas, destacó la AMIS en un comunicado.
Para este año, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) estimó que la temporada de huracanes finalizará el 30 de noviembre, lapso en el cual se presentarán entre 16 y 21 fenómenos hidrometereológicos en el océano Atlántico y entre 14 y 19 en el Pacífico. El pronóstico refiere que entre 4 y 8 eventos podrían ser huracanes de categoría 3 o mayores. Una cantidad superior a lo habitual.
Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS, explicó que, de los eventos con mayor pago de siniestros para el sector asegurador, cuatro han sido huracanes, y aunque no se puede predecir si serán fenómenos que generen daños, como país, sí se puede proteger el patrimonio de familias y empresas.
De acuerdo con la AMIS, el costo de los desastres es mayormente asumido por las personas y los gobiernos, por ejemplo, los terremotos de 2017 causaron pérdidas por más de 61 mil millones de pesos, de las cuales sólo 32 mil millones estuvieron asegurados por el sector.
Los daños por fenómenos hidrometereológicos también se presentan fuera de la temporada de ciclones. Durante el primer trimestre del 2022 el sector asegurador cubrió daños asegurados por 219 millones de pesos.
“Los desastres provocan la pérdida de vidas, destrucción de hogares y fuentes de empleo, así como la afectación de infraestructura, por ello, el seguro puede contribuir a crear familias y ciudades más resilientes ante estos fenómenos”, aseguró la directora de la AMIS.
En los últimos 20 años, los países más afectados por las tormentas en América Latina han sido Cuba, México y Haití con 110 tormentas, 5,000 muertes, 29 millones de personas siniestradas y 39,000 millones de dólares en daños totales, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Ante la incidencia, crear un plan de protección civil es clave
Los fenómenos hidrometereológicos continuarán por lo menos cinco meses más, y en la mayoría de los lugares afectados estas situaciones son recurrentes cada año, por eso las familias deben crear su plan familiar de gestión de riesgos y protección civil.
Para hacerlo, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ofrece algunas recomendaciones:
- Organizarse en familia. Para que todos conozcan lo que deben realizar antes, durante y después de que se presente una situación de desastre o emergencia y actúen de manera organizada y coordinada.
- Revisar el estado de la construcción de su casa, el mantenimiento de las instalaciones (agua, gas, luz) y el mobiliario, (libreros, repisas, etc.).
- Revisar también los peligros que puedan presentarse en los alrededores de su hogar, por ejemplo, tener cerca un transformador de energía, que su casa esté en una ladera o ríos cercanos.
- Elaborar un croquis sencillo de su casa y alrededores. En él anotar las observaciones sobre los posibles riesgos, así como las recomendaciones para reducirlos.
- Realiza periódicamente ejercicios o simulacros en el hogar. Un simulacro es un ensayo o práctica acerca de cómo se debe actuar en caso de una emergencia por inundación, ciclón tropical, incendio, sismo, etc.
- Tener a la mano los documentos personales de todos los miembros de la familia y objetos importantes en caso de una emergencia. Guardarlos ordenadamente en un lugar seguro dentro de una bolsa, caja o archivero portátil, resistente al agua.