A Esther diariamente su pareja le de 30 pesos para tortillas y algo más que se ofrezca en la casa, ella hace años dejó de trabajar para cuidar de su hija y hacerse cargo del hogar, a veces trabaja, vende artículos por catálogo para comprarse alguna crema o maquillaje que necesita porque le da pena pedirle dinero a su esposo para esos gastos, además está segura que eso podría implicar algún pleito.
Como ella hay millones de mujeres, algunas que no pueden comprar algo sin antes consultar a su pareja, están pagando deudas adquiridas a su nombre por su cónyuge, otras más no pueden trabajar por que “no les dan permiso”.
En México casi el 30% de las mujeres enfrentan violencia económica, la cual se ejerce de diversas maneras: al controlarles los ingresos que perciben, al no permitirles tomar decisiones sobre el dinero, cuestionamientos sobre los gastos, entro otros.
Si no te dan para el gasto del hogar, si controla tus cuentas bancarias, si se enoja porque ganas más que el o ella, sino paga pensión, es violencia económica.
De las 50.5 millones de mujeres de 15 años y más que habitan en el país, poco más de 13.8 millones han enfrentado violencia económica.
De acuerdo con la encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh ) 2021, realizada por el Inegi, el 27.4%, casi la tercera parte de las mujeres de 15 años y más, reconoció haber experimentado, al menos, una situación de violencia económica o patrimonial, esta cantidad es menor al porcentaje reportado en la Endireh 2016, cuando el 29% de las mujeres manifestaron enfrentar este tipo de violencia.
La violencia económica, es “toda acción u omisión del agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral”, según la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia, en su artículo 6, fracción IV.
De acuerdo con la Encuesta, en ámbito familiar la violencia económica o patrimonial la suele ejercer en mayor medida el padre, seguida por la madre y luego por los hermanos.
En las relaciones de pareja, ademas de la violencia psicológica, donde 35.4% de las mujeres manifestó haberla padecido, la violencia económica y patrimonial es la que más predomina, en esta última 19.1% reconoció ser víctima.
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De acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), “este tipo de violencia puede manifestarse también, por ejemplo, en la convivencia familiar y de pareja, cuando al tener una dependencia económica con el cónyuge o concubino, se impide tomar decisiones sobre la economía del hogar, o cuando se exige dar cuenta a la pareja acerca de todo lo que se gasta, aun cuando la persona afectada gane sus propios recursos o asuman solas el cuidado y la manutención de los hijos e hijas”.
Violencia contra las mujeres
La Endireh 2021 estimó que, de un total de 50.5 millones de mujeres de 15 años y más, 70.1 % ha experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de la vida. La violencia psicológica es la que presentó mayor prevalencia (51.6 %), seguida de la violencia sexual (49.7 %), la violencia física (34.7 %) y la violencia económica, patrimonial y/ o discriminación (27.4 %).