La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) informa que la seguridad es una preocupación latente entre este sector, ya que nueve de cada 10 pequeños comerciantes han sido víctima de algún delito, lo que les provoca hasta un 20% de pérdidas en la operación de sus negocios.
Exige a las candidatas y al candidato aspirantes a la presidencia de México a que tomen nota de este problema y de su impacto en el sector conformado por un millón 200 mil negocios de carácter familiar y comunitario, generador de más dos millones de autoempleos, que da manutención a cinco millones de personas y atiende el 52% de la demanda nacional.
En este contexto, preparan una encuesta para establecer las principales preocupaciones que afectan al sector, los resultados se le harán llegar a las personas aspirantes a la presidencia, ya que la extorsión afecta a más de dos tercios del territorio nacional, lo que lleva a muchos pequeños comerciantes a cerrar sus negocios.
ANPEC busca que las candidatas y e candidato a la presidencia estén al tanto de esta agenda para que la incluyan en su campaña y reconozcan los obstáculos que encara la microeconomía en la cotidianidad de su operación.
No obstante, la precampaña y la intercampaña ya pasaron, y el periodo de la tormenta propagandística de cara a las elecciones arrancó oficialmente el 1 de marzo y concluirá el próximo 29 de mayo de 2024. Además, las personas que están participando en este proceso ya hicieron público su plan de trabajo y la forma en que abordarán, de manera general, el tema de seguridad en el país
Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC informó a través de un comunicado que “la principal preocupación del sector está en …la seguridad. En la actividad del pequeño comercio, la inseguridad se expresa a través de la extorsión, delito que socava la paz social y lleva a los comerciantes a vivir con zozobra. La extorsión es un chantaje que arrastra a la impotencia al verse desarmado ante el hecho y no encontrar la forma de defenderse. La extorsión amaga la seguridad de la familia y del patrimonio y obliga bajo amenazas a pagar por protección”.
De acuerdo con a ANPEC, la extorsión afecta a más de dos tercios del territorio nacional. En Guerrero a taxistas, tortillerías, pollerías, expendios de cerveza, entre otros; en Sinaloa, tiendas de abarrotes y venta de cigarros; en Michoacán, productores de limón y aguacate; en Estado de México, a trabajadores de la construcción y jornaleros agrícolas; en Quintana Roo, a taxis, restaurantes y prestadores de servicios turísticos, por citar algunos ejemplos.
Este fenómeno orilla a muchos pequeños comerciantes a cerrar sus negocios, al negarse a aceptar pagar el ilegal cobro del derecho de piso, un impuesto por tener derecho a trabajar. Este flagelo perjudica a muchas pequeñas empresas familiares llevándolas al desempleo.
La extorsión, asaltos con armas de fuego y punzocortantes, robo hormiga, entre otras problemáticas enfrentan nueve de cada diez pequeños comerciantes, lo cual les provoca hasta un 20% de pérdidas en la operación de sus negocios.