Las fintech han dejado de ser una promesa lejana, empresas como Klu, Endered, Monific, Sí Vale, Pluxe, entre otras ya forman parte del día a día de millones de personas que hacen transferencias desde su celular, pagan con código QR o manejan su dinero desde una app. Y el crecimiento apenas comienza: se estima que para 2027, más de 86 millones de personas en México utilizarán servicios financieros digitales.
De acuerdo con la Condusef, las Fintech son un nuevo modelo de institución financiera que ofrece los mismos servicios pero a través del uso de la tecnología, dando como resultado la agilización y simplificación de los procesos.
Según el Reporte Fintech México 2025, nuestro país ocupa el segundo lugar en América Latina con cerca de mil fintech activas y un crecimiento anual de 20%. Tan solo en 2024, estas empresas captaron 865 millones de dólares en capital de riesgo, lo que representó el 74% del total de inversión en startups en México.
Estas cifras muestran que el modelo funciona, pero ¿qué hace falta para que este sector no solo crezca, sino que se consolide?
¿Qué necesitan las fintech para sobrevivir?
Aunque el panorama es positivo, solo 84 fintech están reguladas actualmente por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). ¿Por qué? Porque el proceso para operar legalmente es exigente. Estas empresas manejan dinero y datos personales, por lo que deben cumplir con licencias y certificaciones rigurosas.
Para Alberto Djemal Cassab, CEO de la fintech Klu, la clave está en el enfoque:
“La autorización no hace al negocio. Este debe construirse y ser rentable”.
Es decir, más allá de los permisos, lo importante es ofrecer un servicio útil, seguro y que genere valor real para el usuario.
Además, en un entorno cada vez más competitivo, las fintech deben ir más allá de ofrecer solo transferencias. Las que suman servicios como tarjetas de crédito, emisión de vales, fondeos, activos virtuales o pagos integrados (modelo one stop shop), tienen más posibilidades de consolidarse.
Por eso, la clave para el futuro del sector no solo está en crecer, sino en elegir los productos correctos, generar rendimiento y ofrecer confianza. Porque el mundo financiero ya no se define por sucursales, sino por conexiones digitales.
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